O "¡Mecachis (en) la mar!", que se emplea como atenuante ante una contrariedad, que no le das importancia, que no es para tanto. Se le dice a otra persona, no a una misma, pues para una misma toda contrariedad es pesarosa, aun la mínima. Se le dice a otra persona o te la dicen a ti. Generalmente, y generalmente a los críos o jovencicos, que te cuentan un problema y para ti no es tanto y lo dices como riéndote para tus adentros.
Ejemplo:
Un pobre cuitado te dice que una mocica le ha dado calabazas, tú le oyes apiadándote de él, pero te partes para tus adentros y le dices:
-¡ Mecachis la mar ! Mira que. Ella se lo pierde.
Y abrazas al pobrecico y se consuela.
Au revoir !
N.